"No pensaba antes de actuar y su forma de expresarse y de hablar tenía tonos particulares, poco usuales. Cuando veía que había problemas en su casa, escapaba de ellos, hacía que poco le importaban y lloraba sola en su habitación cuando creía que ya nadie la escuchaba, ni la sentía. En vez de estudiar, de leer aunque sea el diario, prefería poner música, alocarse, saltar y bailar. Le gustaba estar con sus amigos, pero luego de una o dos horas sentía que estaba vacía y se alejaba...
Tuvo amores, bastantes. Su corazón era fácil de conquistar, Julieta era simple. Con una sonrisa, una demostración de afecto, ya podía confundir algunos sentimientos. Pero, Tom...
Él la salvó de todo y de todos. Le brindó amor, seguridad... todo lo que ella precisaba y buscaba en un hombre. La supo amar como nadie nunca antes había, siquiera, intentado. La apreció todos los días, demostró todo lo que significaba para él. La llenó de hermosos detalles, de caricias curativas.
De un momento al otro, para mala suerte de Tom, apareció Gastón para destrozar todo lo que había tenido con Julieta, como si tuviera el derecho, la valentía de provocar en ella todas esas mariposas que se creían perdidas.
Y ella trató de repelerlo, de no mirarlo, de ni siquiera cruzarselo. Pero todo fue en vano. No supo decirle que no.
El error se cometió, Julieta está arrepentida. O eso espera que pase. Porque volvería a cometer ese "error", una y otra vez.
Lo peor es que Tom la ama, y eso no va a cambiar. Ni aunque ella tire, azote, parta en mil pedacitos su corazón.
Julieta está confundida. Tom es demasiado para ella. Y Gastón es inocente."
