"Cada vez que nos despedimos, que nos decimos "adiós", que callamos y nos miramos esperando algún gesto del otro. Cada vez que nos damos ese beso, y, hasta la próxima, será el último del mes. Que susurramos un "te amo", aparento que no duele, hago que soy fuerte y mientras se aleja el tren te saludo con la mano, sonriendo...
Pero cuando ya no estás, cuando entiendo que no podré verte en la tarde y que el último beso del mes, realmente fue el último y no habrá otro en este abril o en aquel marzo. Y ya no los hubo. Entonces, el sentimiento de abandono me invade el alma, la mente, el corazón y la única salida es encerrarme en el cuarto, llorar en silencio dejando que las lágrimas caigan solas sin forzarlas y sintiendo tú perfume(ese que tanto me atrae cuando lo tenes puesto) en aquel peluche que me regalaste...
Y aunque sé que no me abandonaste y que volverás, incluso más real que la vez anterior, más hermoso y más perfecto, todo en mi mente da pie para tener pesadillas sobre que no será así.
Duele, asusta y hasta trauma, pero tu regreso será triunfal y tú sonrisa me va a marcar. Y de eso estoy segura.
Esperaré paciente(impaciente) mi beso de mayo, mis abrazos de noviembre y los sentimientos de victoria por volverte a tener."
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